martes, 31 de agosto de 2010

Poemas de LÁGRIMAS, libro de Ricardo Musse Carrasco. Epílogo de Grabiel Garay Castillo

I
La orfandad de mis hijos y mi soledad
………………………………………/infinita,
llenan el inmenso vacío de mi corazón,
colman las vacuas palabras que no puedo dejar
de pronunciar ahora que escribo estos versos;
aunque, a veces, desearía estar malditamente solo,
para no infundirles estas insulares tribulaciones,
la mirada de ermitaño desfalleciente,
y este apesadumbrado y solitario oficio de poeta…

III
Mamá dijo –alguna vez- que Dios enjugaba,
……………../estremecido, nuestras lágrimas;
pero ha pasado ya tanto tiempo que su corazón
sólo atesora la aridez del desconsuelo,
donde ya no brotan, como antes, los remotos latidos
…………………………………………/de la dicha,
cuya maldición ha caído sobre los que concibieron
………………………………/a un Dios piadoso,
que guardaba, pacientemente, nuestras lágrimas para
consolarnos –algún día- con sus estériles misericordias.

V
Pero Dios también llora desconsoladamente;
pero si bien sus lágrimas purifican a esta tierra
………………………………………/inmunda,
llover sobre su faz cuarenta días y cuarenta
………………………………../noches,
aunque nos haya regocijado fugazmente el
corazón ese remotísimo arco iris;
qué lacerantes fueron los oscuros truenos,
qué hórridos los llantos torrenciales,
pero qué diluvio de aguas tan estéril
que no pudo arrasar completamente
…………../la maldad sobre la tierra.

VI
Hoy he vuelto a llorar como un niño,
indefenso, sollozante soledad, abandonado,
……………………………./gimientes latidos;
mamá con razón decía que vulnerables
……………………../siempre seríamos,
porque para su inmenso corazón nunca
……………………………/creceríamos,
sólo inundaríamos, con nuestras lágrimas,
estos vacíos infinitos del alma,
y porque simplemente así venimos al mundo:
Húmedos/líquidos/acuosos/ con el agua primordial
dentro de nuestra plañidera naturaleza…

X
Mi papá ha derramado lágrimas ahora viejo,
antes tenía un desierto en el corazón:
Tan extenso y desolado que todos cabíamos
……………………………………………/en él:
Con nuestras ilimitadas soledades,
con nuestros inmensos silencios,
con nuestros infinitos sequedales;
empero, el Viejo con sus lágrimas ahora todo
………………………………………../lo vivifica:
Nuestras palabras redivivas,
nuestros espíritus restaurados,

nuestras consoladoras Poesías.


Epílogo: Lágrimas
Ricardo Musse, nos traslada con su poemario Lágrimas, a ese lado agobiante y triste que todo ser humano experimenta: El sufrimiento. Sus versos, intensos y conmovedores, reflejan lo que siente el alma. En el fondo de su amarga visión, por el dolor de ver a sus hijos arrastrados a un mundo que quizá no merecían, nos hace ver que el ser humano no está adaptado para sufrir tantos días, semanas, meses y, quizás, años; y es, por ello, que deja fluir en su lenguaje, la impotencia y la desesperación:

….aunque, a veces, desearía estar malditamente solo,
para no infundirles estas insulares tribulaciones,….


Ricardo, logra con su lenguaje pulcro, transparente, sumergirnos, de manera sencilla, en el dolor provocado por un deseo cuya satisfacción le haría feliz, pero como ese sentimiento está insatisfecho, el resultado es la pena de sentirse abandonado. Aunque, parte de su ser siente que alguien poderoso también sufre; porque, hace tantos y tantos siglos, trató de extirpar, arrancar la maldad de la faz de la tierra y no pudo hacerlo (confiado, quizás, en que su creación jamás se volvería a dejar arrastrar por el padre del mal). Aquel ser divino que pareciera habernos olvidado -y no es así-, también derrama lágrimas.

[…]

Soy poeta, me dijo aquel día en que lo conocí; ahora, y sin temor a equivocarme, agregaría: ¡Poeta, y de los buenos! De los que, con su empeño, esfuerzo imaginativo y sensibilidad poética, logran plasmar, a través de su pluma, los más grandes sentimientos humanos. Ricardo lo viene demostrando y, es por ello, que sus obras han sido reconocidas y premiadas en certámenes nacionales e internacionales.

Grabiel Garay Castillo.

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