De izquierda a derecha: Marino Camacho (poeta), Luis Manay (docente)Pedro Manay Sáenz (Poeta, narrador y docente) y Antonio Castro Cruz (docente y crítico literario)
16
Canta también:
¿no ves que todo suena
a un compás?
30
Vano afán:
levantar un castillo
sobre arena.
49
Montaña andina,
con estrellas y luna:
¡fiesta total!
55
Hay un encanto
en el fondo del agua:
la luz del sol.
87
Por la pradera,
va un caballo blanco;
hay luna llena.
91
En esta casa,
de libros y películas
hay abundancia.
137
Preguntas ello:
plaza, río, árbol, bosque;
no, sólo mira.
139
Puedes volar
sin dudas, sin temores,
dentro de ti.
151
No sé, a veces,
hasta dónde va esto;
yo sólo escribo.
165
Cuánto tememos
lo que podría ser,
cuánto tememos.
186
Oye palabras;
pero más, mucho más,
oye el silencio.
188
Una estrella
resulta suficiente
y digo: ¡Creo!
.
CLARO DE LUNA expresa el inquieto deseo de aproximarse a la senda del haiku, al mundo sutilmente poético de lo breve y fulgurante, como un rápido abrir y cerrar de ojos o como la instantánea visión de una estrella fugaz por el cielo.
La paradoja del haiku radica en que siendo un raudo hecho poético, ha de leerse, sin embargo, con lentitud y paciencia, como quien busca en la lejanía la figura de un ave y ha de tomarse el tiempo suficiente para identificar su especie. Tal vez, en ese intento, se descifre el significado propuesto o se hallen sentidos nuevos, no pensados por el autor, con lo que el haiku se convierte en un pequeño pero delicioso prisma, luciendo destellos semánticos que sorprendan al lector.
La paradoja del haiku radica en que siendo un raudo hecho poético, ha de leerse, sin embargo, con lentitud y paciencia, como quien busca en la lejanía la figura de un ave y ha de tomarse el tiempo suficiente para identificar su especie. Tal vez, en ese intento, se descifre el significado propuesto o se hallen sentidos nuevos, no pensados por el autor, con lo que el haiku se convierte en un pequeño pero delicioso prisma, luciendo destellos semánticos que sorprendan al lector.
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Canta también:
¿no ves que todo suena
a un compás?
30
Vano afán:
levantar un castillo
sobre arena.
49
Montaña andina,
con estrellas y luna:
¡fiesta total!
55
Hay un encanto
en el fondo del agua:
la luz del sol.
87
Por la pradera,
va un caballo blanco;
hay luna llena.
91
En esta casa,
de libros y películas
hay abundancia.
137
Preguntas ello:
plaza, río, árbol, bosque;
no, sólo mira.
139
Puedes volar
sin dudas, sin temores,
dentro de ti.
151
No sé, a veces,
hasta dónde va esto;
yo sólo escribo.
165
Cuánto tememos
lo que podría ser,
cuánto tememos.
186
Oye palabras;
pero más, mucho más,
oye el silencio.
188
Una estrella
resulta suficiente
y digo: ¡Creo!
PEDRO MANAY SÁENZ. San Antonio de Licupís, Chota – Perú, 1965. Radicado en Chiclayo. Cultiva la poesía, la narrativa y el ensayo. Es docente de Lengua y Literatura.
Ha publicado, en poesía: “En busca de un oasis”, “La aurora boreal”, “Un lugar para el corazón”, “Nostalgia”. En narrativa tiene los títulos “La historia de Urano”, “Los monólogos de Ofir”, “El chasqui”. Entre otros.
Ha publicado, en poesía: “En busca de un oasis”, “La aurora boreal”, “Un lugar para el corazón”, “Nostalgia”. En narrativa tiene los títulos “La historia de Urano”, “Los monólogos de Ofir”, “El chasqui”. Entre otros.
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